la luz de este domingo me hace recordar a uno de hace mucho pero mucho tiempo. fue la primera vez q fugue de mi casa. tenia 13 años, algunos soles; recolecte algo mas entre mis amigos incredulos y parti con lo q tenia puesto hacia el sur. no tenia ninguna idea a donde chucha iba a parar. tome la linea de los nuevos buses q me llevo hasta la carretera al sur, y de alli tire dedo. de primera me llevo un pata q hacia de correo express hasta ica. ahi, luego de saturarme de pequeñas butifarras en el kiosko de un grifo, comence a tomar conciencia de mi situacion. tenia q buscar donde dormir, asi q me fui a la huacachina y alli acampe bajo ese arbol maravilloso q te cobijaba como una madre universal, al pie de la duna y mirando la laguna. por la tarde deambule entre sus rincones, hasta q un grupo de agradables hombres mayores me acogieron a su mesa en el mossone mientras el sol encendia de naranjas inenarrables la dunas y el cielo. ellos entre pisco sours y yo con gaseosa roja escuchaba historias de magicas piedras y experiencias de la vida. fue una tarde anochecida muy calida e interesante q pase con aquellas personas. luego me fui a dormir sobre la arena calida, mirando el cielo estrellado enre las ramas de aquel sabio arbol. pensar q luego de muchos años volveria con mi compañera y subiriamos la gran duna y de regreso nos esperaria,en una mesa parecida, gente maravillosa q entre, ahora si con pisco sours, charlariamos sobre muchas cosas, pero sobre todo, del amor.