sábado, abril 05, 2008


Dormida en medio de aquellas alzadas estribaciones, parecía una muñeca abandonada, salada y delicadamente despeinada por el olvido; llegando a su lado, la sombra inconveniente de su presencia inquietó sus pestañas que temblaban como mariposas entre la intermitencia de la luz; cada vez que miraba su cuerpo dormido, advertía en él algunas claves estéticas que guardaba en su memoria desde una cronología imprecisa de su existir: cejas pobladas, labios en un disimulado rictus de lascivia, piernas delgadas que parecían aun en formación culminando en tímidos tobillos coronando unos pies angostos y ligeros, todo lo cual le daban un aire de temprana adolescencia provocando,en oleadas,una intima turbación; Camila despertó repentinamente, sonriendo con una impudicia que su boca olvidó de esconder entre aquel desnudo y agreste paisaje que los envolvía sin tregua; le devolvió la sonrisa con una cierta vergüenza acariciando con pausa sus pómulos encarnados por la brisa fría de esa mañana, nada entre aquella geografía impedía que continuaran con ese abandono en el que los sentidos se impulsaban como en una secreta danza, podían haber bebido de la amnesia para escalar hacia la otra playa y, luego otra más hacia un pasado yámanas perdido, quizás, entre sus glóbulos pero, ella, mucho antes de venir, habría lanzado un intento, entonces habló nombrándolo y esa palabra, ese nombre, se tradujo en carretera, en el espacio sutilmente administrado que ocupaban muy cercano a la ciudad, en un plazo demasiado estrecho como para desorientar el transcurso del tiempo, en suma, era el recuerdo de su vida inserta en una estructura de relaciones entre medios y fines; Sebastián ¿Porqué no has respondido las propuestas que te envié?- dijo como si todo sus sueños los hubiera invertido en esa pregunta- algunos amigos me ha mostrado también su extrañeza debido a que no respondes sus correos-añadió cuando algún coleccionistas parecía haber ya atrapado las mariposas de entre sus ojos, mientras él iba repitiendo en su interior, como en una suerte de atávico conjuro:mitxirrika, mitxirrika, mitxirrika.

2 comentarios:

Margot dijo...

Me hiciste desear la vuelta a una playa pero ya!!

A veces sublimamos la sensualidad con cualquier otro concepto.... jajaja.

Un beso!!

XIGGIX dijo...

jaaa, Marguis nooo, jamás sublimes, hay que rendirnos a nuestro deseo para poder redimirnos...
Besos salados