viernes, octubre 13, 2006



Despertó algo desorientado, con aquel energético cansancio que nos invade después de un largo día de playa, con los músculos relajados producto de la siesta generosa, luego de una exigencia extrema en las olas; la piel afiebrada y erizada con el viento que batía las ramas de las palmeras, mientras aquellos sonidos vacíos que producían esos móviles indonesios en la terraza, le provocaban un delicioso letargo. Tenía que reunirse mas tarde con Mario para definir el curso de la sociedad, y responder a la tentadora propuesta de Julián. Dejar todo en “Lima la karmosa”, como se referían sus amigos norteños, y quedarse a vivir allá ¿no era lo que siempre había soñado?

Tesia respondió al teléfono con un timbre de recelo en la voz-Hola princesa-¿cómo estás?- le habló animadamente Sebastián- aquí, extrañándote, pero desquiciada con estos trabajos por encargo, que detesto, tu sabes- respondió Tesia, aun con la sombra que teñía sus palabras- luego añadió- recibí el correo de España con las aclaraciones a mis dudas- Todo según tus expectativas- le inquirió Sebastián intentando eludir sus presunciones - Si, de maravilla, es muy amplia la beca, mas de lo que esperaba- Felicitaciones entonces, y cuando tienes que presentarte- jaqueó Sebastián- en un mes exactamente- respondió Tesia casi ininteligiblemente- empujada por la brisa, la voz de Soledad se escuchaba cercana-

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